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El amor de un parásito

En 1948, Ayn Rand recibió una carta en la que una admiradora llamada Joanne Rondeau le pedía que explicase el significado de una frase en su famosa novela El Manantial (1943); es la frase que dice:

«Para decir `Yo te quiero´, primero uno tiene que saber cómo decir el `Yo´».

Rand respondió con la siguiente carta.

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22 de mayo 1948

Estimada Sra. Rondeau:

Usted me ha pedido que explique el significado de la frase en El Manantial: «Para decir “Yo te quiero”, primero uno tiene que saber cómo decir el “Yo” «.

El significado de esa frase está contenido en la totalidad de El Manantial. Y está explicada en el propio discurso en la página 400 de la cual usted tomó la frase.

«Para decir `Yo te quiero´, primero uno tiene que saber cómo decir el `Yo´».

El significado del «yo» es el de una entidad independiente y auto-suficiente que no existe por el bien de ninguna otra persona.

Una persona que existe sólo por el bien de su ser querido no es una entidad independiente, sino un parásito espiritual. El amor de un parásito no tiene ningún valor.

Las estupideces típicas (y muy malvadas) que se dicen sobre el tema del amor afirman que amor es abnegación, sacrificio del ego. El ego, el “yo” de un hombre es su espíritu. Si uno sacrifica su espíritu, ¿quién o qué es lo que queda para sentir amor? El verdadero amor es profundamente egoísta, en el sentido más noble de la palabra: es una expresión de los valores más altos de uno. Cuando una persona está enamorada busca su propia felicidad, no sacrificarse a la persona amada. Y la persona amada sería un monstruo si quisiese o esperase tal sacrificio.

Cualquier persona que quiera vivir para otros – sea para su pareja o para el conjunto de la humanidad – es un abnegado sin identidad. Un «yo» independiente es una persona que existe por su propio bien. Tal persona ni tiene malvadas pretensiones de auto-sacrificio ni las exige de la persona que ama. Y esa es la única manera de amar y la única forma de que haya una relación de respeto mutuo entre dos personas.

Ayn Rand

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Fuente:

“Letters of Ayn Rand”

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JUAN ANTONIO
JUAN ANTONIO

Siempre me gustó, desde que la leí por primera vez, la expresión «Juro por mi vida y mi amor por ella que jamás viviré para otros, ni permitiré que otros vivan para mí». En este mensaje se contiene el resumen… Leer más »

Ayn Rand

Las leyes deben ser objetivas tanto en su forma como en su fondo. En su forma, la ley debe permitir que cada individuo sepa, antes de tomar cualquier acción, qué tipo de conducta es ilegal, por qué está prohibida, y cuál será la pena por violarla. En su fondo, la ley debe prohibir solamente la conducta privada que viola los derechos individuales de otros. Las leyes contra el asesinato, por ejemplo, satisfacen ambos requisitos.

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