Cuando vino el apocalipsis, pensamos que serían los zombis, y en cierto modo lo son.
El título de este escrito está tomado de un libro y una película publicados hace unos años, y que presentaban un apocalipsis zombi global que llamaron “World War Z” [juego de palabras con World War Three, WW3, o Tercera Guerra Mundial].
Pues aquí estamos, en medio de una guerra que involucra al mundo entero, e incluso tenemos la letra “Z”, el símbolo que adorna los tanques y vehículos blindados rusos, y que se ha convertido, de hecho, en la esvástica de la Rusia fascista.
La comparación es apropiada, porque realmente estamos luchando contra un régimen zombi, contra ideas zombis, y contra un pueblo ruso que se ha dejado convertir en zombis mentales.
No es porque lo diga yo. Considerad la declaración hecha por Marina Ovsyannikova, editora del Canal Uno de Rusia; ella fue quien irrumpió en el plató de uno de los programas de la cadena con un cartel que decía “No a la guerra” —esa parte en inglés, el idioma global de la libertad— junto con “No se crean la propaganda. Te están mintiendo”, y firmado en inglés: “Rusos contra la guerra”. Ovsyannikova explicó su posición en un video publicado luego en Internet:
Por desgracia, estos últimos años he estado trabajando en el Canal Uno y contribuyendo a la propaganda del Kremlin, y ahora estoy muy avergonzada de eso. Es una
vergüenza que yo permitiera decir mentiras en las pantallas de televisión, me da vergüenza haber permitido zombificar a los rusos.
Ella ha sido acusada de “vandalismo”, un delito penal deliberadamente indefinible que fue la piedra angular del estado policial soviético, y eso hay que añadirlo a toda la atmósfera de revuelta de los muertos vivientes.
El peculiar horror de un zombi, a fin de cuentas, es que tiene forma humana y es capaz de actuar como un ser humano, pero es alguien privado de razón o de voluntad independiente, alguien motivado únicamente por un impulso a destruir, y que hace imposible acceder a una mente humana o disuadirla de su curso. Esa es exactamente la maldad que el mundo civilizado enfrenta con la invasión de Rusia en Ucrania.
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Esta “World World Z” es un recordatorio de que el orden internacional de la libertad sigue fuerte y vivo, y que una dictadura es un credo zombi, algo que sigue moviéndose pero está muerto por dentro, esperando ser desterrado de vuelta su cripta.
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Por Robert Tracinski,
Traducido, editado y publicado por Objetivismo.org con permiso del autor.
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