Dosis de realidad: Lo que la vida les enseña a los manifestantes

Aquí tenemos una deliciosa joya, cortesía de algunos de los mejores reporteros: la epidemia de vagos que han sido atraídos por los campamentos izquierdistas.

Inicialmente, por lo visto, muchas personas «sin techo» fueron activamente reclutadas por los Ocupadores como una forma de aumentar sus relativamente anémicos números. Pero los jóvenes e ingenuos hippies que constituían el núcleo del movimiento descubrieron rápidamente lo que el resto de nosotros — los que tenemos alguna experiencia en la vida real — ya sabemos sobre los “sin techo».

Mientras, en Occupy Boston,

Aquí tenemos a un manifestante de 36 años describiendo a los «sin techo» que intentan proteger su territorio en la Vía Verde: «Esto se está convirtiendo en un ´nosotros contra ellos´. Llegan aquí y ven esto como una forma de conseguir comida gratis y un lugar para tumbarse, lo cual está muy bien, pero no contribuyen absolutamente en nada».

En otros lugares, estafadores creativos han montado cajas de «donativos» que van a parar a sus propios bolsillos, mientras vagos se surten de comida gratis, abrigos, mantas, y cualquier otra cosa a la que pueden echarle mano – para vender.

Pero el informe que me hizo reírme a carcajadas es este del New York Daily News, que concluye con una cita de un joven manifestante:

«Tenemos compasión hacia todo el mundo. Sin embargo, tenemos ciertas normas y directrices», dijo Lauren Digioia, de 26 años, miembro del comité de saneamiento. «Si vas a venir aquí y recibir nuestra comida, cama y ropa, si vas a recibir libros y suministros médicos sin costo alguno, vas a tener que devolver algo», dijo Digioia. «Aquí hay un montón de gente tomando cosas y se creen que tienen derecho a ellas».

Será mejor que lleves cuidado, queridín. Si empiezas a pensar así, dentro de poco estarás uniéndote al Tea Party.

# # #

Por Robert Tracinski, editor de TIA Daily, publicado el 25-Oct-2011