El presidente Obama ha acuñado la expresión «La Regla de Buffett» para referirse a la idea de Warren Buffet de que no podemos permitir que un Director General tenga una tasa impositiva inferior a la de su secretaria. Los conservadores han sido incapaces de enfrentar el problema directamente, y han perdido un montón de tinta y de píxels tratando de explicar la menor tasa de Buffett.
Para dar una respuesta adecuada, he acuñado «La Regla de Binswanger», a saber: nadie debería tener que pagar impuestos por ingresos encima del millón de dólares.
Debemos honrar a estos fantásticos creadores de riqueza y reconocer que sus ingresos muestran que ellos han producido por lo menos tanta riqueza – en beneficio de todos nosotros – como ese dinero representa. Si un Director General recibe un millón de dólares en un mercado libre (o incluso semi-libre), eso se debe al hecho de que él ha creado más de $1 millón para su empresa. Y cuando un inversor, como el Sr. Buffett, tiene $1 millón de beneficios, eso significa que él ha creado – no sólo barajado o reorganizado – esa cantidad de riqueza. Cuando él gasta gasta ese dinero, sea al consumirlo o al usarlo en proyectos productivos, está dándole a los vendedores un dinero que tiene más valor para ellos que lo que ellos le dan a cambio. En cualquier comercio racional, ambos lados ganan: ambas partes prefieren adquirir lo nuevo a quedarse con lo que están intercambiando, por eso comercian (es decir, por eso compran o venden).
Supongamos que el Sr. Buffett le paga voluntariamente a Apple $2.000 por un ordenador. Lo paga mediante el uso de la riqueza que él creó, riqueza que no habría existido si él no hubiese hecho – producido – ese dinero. Apple prefiere tener los $2.000 a tener su ordenador, y por eso lo venden; y el Sr. Buffett prefiere tener el ordenador a tener los $2.000, por eso lo compra. Así que ambas partes se benefician al realizar la transacción.
Cuanto más dinero una persona gana – y quiero decir: *gana*, o sea: *produce* – más riqueza nueva ha sido creada (traída a la existencia). Esa nueva riqueza es valiosa para todos aquellos con quienes esa persona productiva comercia.
Para ver este último punto, que a la mayoría de la gente le cuesta captar, simplemente pregúntate si preferirías vivir y hacer negocios en una economía rica o en una economía pobre.
Supongamos que un náufrago tiene la opción de ir nadando hasta una de dos islas, en la que tendrá que vivir durante varios años ya que el rescate va a llevar mucho tiempo. Una isla está habitada por un altruista sumido en la pobreza: un monje, digamos. La otra isla está habitada por un egoísta solitario, un super-rico que tiene una mansión con piscina y con todos los aparejos y artefactos de los ricachones. Obviamente, sería en el interés egoísta del superviviente del naufragio el optar por irse a la isla del rico, donde podría ofrecer servicios de ayuda en casa o de limpieza de piscina y conseguir así una vida muy cómoda.
Cuanto más ricas son las personas con las que te relacionas, en mejor situación estás. La riqueza creada por los que ganan mucho dinero eleva el nivel de vida de todo el mundo en la economía.
En resumen: los muy ricos son, por el hecho de serlo, los muy beneficiosos. Ellos pueden decir, en un nuevo y más profundo sentido: «Hoy di en la oficina».
Ya es hora de que les «devolvamos» algo a los grandes productores de riqueza. En eso se basa «La Regla de Binswanger.»
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Por Harry Binswanger — Publicado el 22 de agosto de 2011 en www.hbletter.com
Editado, traducido y publicado por Objetivismo.org con permiso del autor.
Estoy de acuerdo con que estas personas que entran aquí, sólo para decir tonterias, dejen de hacerlo. Existen cientos de páginas para todos los gustos: para socialistas, comunistas, social-demócratas, democristianos, etc, etc. No acostumbro hacer la pelota a nadie, pero… Leer más »
Crees que un empresario por sí mismo genera riqueza? quien mueve las máquinas?, quién teje los diseños, limpia los retretes y hace su comida? el ser humano solo no es nada
Quien garantiza el derecho a la propiedad? el gobierno. El gobierno se sostiene con los impuestos. Luego se debe tributar para que se sostenga el gobierno y este en retribución garantiza el derecho a la propiedad.