[Comentarios de Objetivistas sobre la película Atlas Shrugged – Part II, estrenada en octubre del 2012 en USA. Estos comentarios revelan parte de la trama y están escritos para quienes ya conocen el libro La Rebelión de Atlas.]
(Suspiro…) La película es horrible. Ayn Rand les dio un billón de dólares en oro y lo han convertido en diez pavos de plomo… y ni eso. Los que hicieron la película no entienden el libro. Como mecánicos incompetentes aporreando un Ferrari a martillazos, han hecho una verdadera chapuza cambiando y destruyendo escenas y diálogo a diestro y siniestro, sin ninguna razón especial.
Para dar sólo un ejemplo en la escena final: sin ninguna necesidad, montan un equipo de búsqueda (en vez de ser sólo Galt quien lo hace) para tratar de encontrar el accidente del avión de Dagny, y luego ponen un diálogo blandengue, algo así como «¿Estás listo?» en vez del brillante y profundo: “Nunca tuvimos que tomarnos nada de eso en serio, ¿verdad?”, en las primeras palabras intercambiadas entre Dagny y Galt.
El diálogo original es un bello resumen del tema de toda la novela, y del mensaje esencial de Ayn Rand al mundo, y ellos tranquilamente se lo cargan, sin más razón que su propia incompetencia.
En la película “Atlas Shrugged Part I” por lo menos los realizadores tenían la mediana excusa de enfrentarse a un plazo límite que legalmente tenían que cumplir, pero esta vez no era así. Y los creadores de la película tampoco pueden culpar del desastre a los actores: los actores lo hicieron bien, lo mejor que pudieron, dada la incompetencia de productores, directores y guionistas. Muchas películas buenas se han hecho con un presupuesto modesto. Por ejemplo, «Mi gran boda griega» costó cinco millones de dólares y estaba muy bien hecha. La Rebelión de Atlas podría haber sido convertida en una impresionante película, con el mismo presupuesto o menos, pero estos ceporros no han tenido ni la profundidad ni la habilidad para hacerlo.
Y para añadir oprobio a su incompetencia, mientras estos brutos maltrataban su arte, decidieron ir un paso más allá y desfigurarlo: insertaron descaramente un puyazo deliberado al mejor amigo y heredero intelectual de Ayn Rand. No, no es broma. En vez de referirse al personaje de la “nodriza” simplemente como “nodriza”, o “No-absoluto”, o por su nombre, “Tony”, lo llaman Leonard Small, y contrataron a un actor que tiene un parecido con el Dr. Peikoff para desempeñar ese papel.
Lamento que esa película haya sido hecha, y siento haberles dado a los [insertar palabra obscena aquí] responsables por ella el dinero de mi entrada.
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Comentario de Tony White – publicado en HLB, una lista de suscripción para Objetivistas.
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