Anthem (1938), traducida al español como Himno, es una oda al “yo” más profundo en cada uno de nosotros. En un mundo colectivista, donde ni siquiera existe la palabra “yo”, un individuo desafiante redescubre lo que significa individualismo.
Ayn Rand escribió esta corta novela tomándose un breve descanso mientras escribía El Manantial. Esta cita es del prefacio a la edición revisada por Ayn Rand unos años después (Abril 1946):
«La mayor culpa hoy es la de la gente que acepta el colectivismo por dejadez e indolencia moral; la gente que quiere protegerse de la necesidad de tomar una posición, negándose a admitir a sí mismos la naturaleza de lo que están aceptando; la gente que apoya planes específicos diseñados para lograr la esclavitud, mientras se esconde detrás de la afirmación vacía de amar la libertad, sin ningún significado concreto ligado a esa palabra; la gente que cree que el contenido de las ideas no necesita ser examinado, que los principios no necesitan ser definidos, y que los hechos pueden ser eliminados siempre que se mantengan los ojos cerrados. Ellos esperan, cuando se encuentren en un mundo de ruinas sangrientas y campos de concentración, poder evadir su responsabilidad moral sollozando: «¡Pero no era eso lo que yo quería!».»
«Los que quieren la esclavitud deben tener la honestidad de llamarla por su verdadero nombre. Deben enfrentar el significado completo de lo que están abogando y condonando; el significado completo, exacto y específico del colectivismo, de sus implicaciones lógicas, de los principios en los que se basa, y de las últimas consecuencias a los que estos principios les conducirán».
«Deben enfrentarlo, y luego decidir si es eso lo que quieren o no».
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