Objetivismo.org

Por qué apoyo a Ayn Rand y a Objetivismo

Los escritos y la filosofía de Ayn Rand son una sinfonía de razón y de inspiración. Por ejemplo, respondiendo a un fan en 1960 sobre el significado de la vida, ella escribió:

“Alegría, júbilo, belleza, grandeza, heroísmo, todos los valores supremos e inspiradores de la existencia del hombre en la Tierra, son el significado de la vida”.

En el epílogo de La rebelión de Atlas, ella escribió:

“Mi Filosofía es, en esencia, el concepto del hombre como un ser heroico, con su propia felicidad como objetivo moral de su vida, con el logro productivo como su actividad más noble, y con la razón como su único absoluto”.

¿El hombre como un ser heroico? Yo nunca había leído algo tan convincente y tan inspirador. En otra parte de esa novela, Rand escribe:

“No permitas que tu fuego se extinga, chispa tras irreemplazable chispa. . . No dejes que el héroe en tu alma perezca, en solitaria frustración, por la vida que merecías pero nunca has sido capaz de alcanzar. . . El mundo que deseas se puede ganar. Existe…, es real…, es posible. Es tuyo”.

Y otra cita, de Los que vivimos:

“Siente reverencia por tu propia vida y desea lo mejor, lo más grande, lo más alto posible, aquí, ahora, para ti mismo. Imagina un cielo, pero no para soñarlo, sino para exigirlo”.

La belleza y la grandeza de su escritura pueden hacer que uno se pierda en el drama, y que tal vez pase por alto las ideas expresadas en esos y en otros pasajes filosóficos.

Su trabajo de no-ficción es igualmente rico. Por ejemplo, Rand acuñó el término “la premisa del universo benevolente”, que ella describe en su libro El manifiesto romántico. En esencia, es la idea de que, debido a la naturaleza causal del universo y a la facultad de la razón del hombre, el éxito y la felicidad son posibles para cualquiera que se esfuerce en comprender las leyes de la realidad para alcanzar sus valores. Considera algunas de las preguntas relacionadas que ella plantea y responde:

“¿Es el universo inteligible para el hombre, o ininteligible e incognoscible? ¿Puede el hombre encontrar felicidad en la Tierra, o está condenado a la frustración y a la desesperación? ¿Tiene el hombre el poder de decidir, el poder de elegir sus objetivos y alcanzarlos, el poder de dirigir el curso de su vida…, o es él el juguete indefenso de fuerzas sobre las que no tiene control, y que determinan su destino? ¿Debe el hombre, por naturaleza, ser valorado como bueno, o ser despreciado como malvado?”.

Nuestras respuestas a esas preguntas tienen un profundo efecto sobre cómo vivimos nuestra vida.

Rand desarrolló una filosofía para la vida, que dice que el universo es inteligible y que nosotros podemos conocerlo; que el hombre puede encontrar la felicidad en la Tierra; que el hombre tiene el poder de elección; que él puede decidir pensar (o no); que él puede elegir sus objetivos y alcanzarlos; que él tiene el poder de dirigir el curso de su vida. Y ella sostuvo que el hombre, por naturaleza, debe ser valorado como bueno.

Yo he aplicado su filosofía al laboratorio de los negocios (y los negocios son un laboratorio muy exigente), lo cual me ha permitido conseguir un éxito y una riqueza considerables. La rebelión de Atlas me inspiró con historias de emprendedores brillantes y racionales, y la no-ficción de Rand me ha proporcionado una guía clara y definitiva sobre cómo vivir como ellos viven. Por eso le estoy enormemente agradecido.

…respondiendo a un fan en 1960 sobre el significado de la vida, Ayn Rand escribió: “Alegría, júbilo, belleza, grandeza, heroísmo, todos los valores supremos e inspiradores de la existencia del hombre en la Tierra, son el significado de la vida”

La filosofía de Rand cambió mi vida de una forma amplia y profunda. Antes de descubrir sus ideas, yo sabía muy poco de moralidad y ética, y lo que había aprendido estaba equivocado. Ella me enseñó todo sobre ideales, sobre amar lo bueno, sobre el interés propio, sobre los valores y las virtudes racionales (entre ellos los valores y las virtudes cardinales: razón y racionalidad, objetivo y productividad, autoestima y orgullo). Para mí, esas ideas fueron como descubrir diamantes espirituales. Ellas me proporcionaron una riqueza intelectual valiosísima. La ética racional y enriquecedora de Rand me enseñó que la vida es para ser disfrutada (algo que yo realmente no sabía, y creo que poca gente realmente sabe). Ella me mostró que el mayor objetivo moral de un hombre es el logro de su propia felicidad. Ella me enseñó la moralidad de la felicidad, qué es, y cómo lograrla.

Estamos disfrutando de una prosperidad cada vez mayor en Estados Unidos, rodeados de increíbles avances tecnológicos, pero nuestro país está convulsionado y está destruyéndose. La fuente y la causa de todo ese caos es una filosofía generalizada y perniciosa, una filosofía tóxica, anti-hombre y anti-razón que dice que la mente del individuo es impotente y la vida del individuo no es importante. Dice que nuestras vidas son desechables, que nuestras vidas no nos pertenecen a nosotros, sino al Estado colectivo, al gobierno. ¿Cuál es la solución?

La política y la economía por sí solas no van a cambiar el mundo. Hemos tenido las ideas políticas de John Locke y las ideas económicas de Adam Smith desde hace cientos de años. Smith lanzó la ciencia de la economía, que ayudó a Estados Unidos a crear riqueza y prosperidad. Y los Padres Fundadores adoptaron las ideas de Locke, que sentaron las bases para la creación de los Estados Unidos. Pero mira lo que ha pasado desde entonces: una tiranía de impuestos, de regulaciones y de edictos “reales” (recientemente incluso el arresto domiciliario) mucho peores que las de Inglaterra y del Rey Jorge. Las ideas políticas, por muy buenas que sean, no son lo suficientemente buenas.

Sólo una filosofía racional puede cambiar el mundo. Esa es una de las razones por las cuales yo creé el Objectivist Venture Fund y la Prometheus Foundation, para promover a Ayn Rand y divulgar Objetivismo.

En la maravillosa película El discurso del rey, una de las líneas más poderosas es cuando el Rey, que ha pasado su vida luchando con un impedimento de dicción, grita: “¡Tengo una voz!” Me encantaría tener la claridad y el poder de la voz de Ayn Rand. Me encantaría tener una voz como la de Leonard Peikoff cuando da clases magistrales de filosofía. Puede que yo no tenga sus voces, pero tengo la mía propia: cuando financio y apoyo a motivados emprendedores Objetivistas y a buenas organizaciones que están ahí defendiendo las ideas a favor de la vida, mi voz se une a todas las suyas.

Objetivismo es una filosofía del éxito y para el éxito. Rand y Peikoff han enriquecido mi vida espiritual y materialmente. Objetivismo me ha ayudado a tener éxito, y he creado un montón de riqueza. Yo atribuyo mucho de lo que he sido capaz de lograr a ellos y a Objetivismo. Por lo tanto, para mí, promover a Ayn Rand y a Objetivismo es una cuestión de justicia y de gratitud. En cierto sentido, el hacerlo me da una voz de otra forma más, la oportunidad de decir: “Gracias”.

Thomas Paine declaró una vez: “Está en nuestras manos el poder comenzar el mundo de nuevo”. Esas palabras no eran las de un soñador ingenuo. En poco más de una década, ese nuevo mundo se hizo realidad: la Declaración de Independencia, la Constitución y la Declaración de Derechos, todos esos documentos fueron redactados e instituidos como la ley del país. Por primera vez en la historia del mundo, los hombres crearon un país de soberanía individual, de derechos individuales y de libertad: un único y maravilloso país.

Afortunadamente, ahora tenemos una segunda oportunidad de comenzar ese mundo de nuevo, con una filosofía verdadera y que promueve la vida. Tenemos una voz, y al promover Ayn Rand y a Objetivismo, podemos contribuir a cambiar el mundo para mejor.

Dejo que Ayn Rand tenga la última palabra:

“No permitas que tu fuego se extinga, chispa tras irreemplazable chispa. . . No dejes que el héroe en tu alma perezca. . . El mundo que deseas se puede ganar”.

# # #
Publicado el 15 de julio del 2020 por Carl Barney.
Traducido y publicado por Objetivismo.org con permiso del autor.
# # #


 

5 1 vote
Article Rating
Suscríbete
Informarme de
guest
0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments

Ayn Rand

La tarea de la filosofía es darle al hombre una visión integrada de la vida, una visión que sirva como base y referencia para todas sus acciones, físicas o mentales, psicológicas o existenciales.

Glosario

Objetivismo por temas

La maldad del altruismo — por Ayn Rand

Objetivismo explicado en 2 minutos

Más visitadas