Obviamente, al “Trump” de su época. Es la descripción que hace Ayn Rand de George Wallace en The Presidential Candidates, 1968, un escrito publicado en The Objectivist, junio de 1968. (Piensa “Biden” en la referencia inicial a Humphrey).
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Se acabó la intelectualidad y el idealismo de los “izquierdistas liberales” modernos.
Pero hasta Humphrey [=Biden] parece el remanente de un pasado civilizado —aunque parezca una viuda en decadencia acabando sus días en una pobreza refinada y aferrándose a recuerdos mohosos— cuando lo comparamos con el tercer candidato en esta elección: George C. Wallace [=Trump]…
George Wallace representa el surgimiento de un fascismo abierto en este país; o, más exactamente, de los crudos elementos a partir de los cuales un fascismo explícito habrá de surgir.
Observa los síntomas: racismo (que él niega, pero que es bastante obvio en sus propias declaraciones y en su historial); un nacionalismo primitivo e indefinido (no un patriotismo racional, sino un nacionalismo en forma de una pseudo-autoestima colectiva); una militante anti-intelectualidad (no una oposición a un grupo o a un tipo concreto de intelectual, sino a todos los intelectuales, al intelecto como tal); la constante apelación a “la gente pequeña” o a “la gente común”, o “nosotros el pueblo” (que, socialmente, es una apelación a los elementos más bajos de la sociedad, y, psicológicamente, una apelación al potencial más bajo de un individuo: a la mediocridad moralista); y la fuerza, el contar explícita e implícitamente con el “activismo” de la fuerza física como la solución a todos los problemas sociales…
Es el hecho de que algunas de sus declaraciones —las que están al margen y fuera de su contexto— sean verdaderas y necesiten ser dichas, es eso lo que engaña a muchas personas, haciéndoles creer que él es un defensor de la libertad o del capitalismo. Evidentemente, no lo es en absoluto…
A falta de cualquier programa intelectual o ideológico, Wallace no es el representante de un movimiento positivo, sino de un movimiento negativo: él no está a favor de nada, está simplemente en contra de que gobiernen los “izquierdistas liberales”. Esa es la raíz de su atractivo popular: él está atrayendo a gente que está desesperada y legítimamente frustrada, desconcertada y enojada por la triste bancarrota de las políticas “liberales”, gente que siente que algo anda terriblemente mal en este país, y que algo debería ser hecho al respecto, pero que no tiene idea de qué hacer. Y tampoco tiene idea de eso Wallace, lo cual es la raíz del peligro que él representa: un líder sin ideología no puede salvar a un país que se está colapsando por falta de ideología.
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Comentario original de Robert Mayhew, republicado en Facebook por Harry Binswanger en HBLetter, grupo de discusión Objetivista, en octubre del 2020, unos días antes de las elecciones presidenciales en EE.UU.
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¿Que es un izquierdista liberal?, ¿No sería una contradicción en términos epistemológicos-eticos-politicos?.
Qué tiempos más extraños para los buscadores de la verdad, especialmente los que no dominamos inglés. No voy a entrar en analizar a Trump, pero lo tengo pendiente porque tenemos ya aquí el equivalente en español. También tenemos el equivalente… Leer más »
el fascismo es de izquierdas asi que ¿ trump es de izquirdas tambien ?