La belleza es un sentido de la armonía. Sea una imagen, un rostro humano, un cuerpo, o una puesta de sol, toma el objeto que llamas hermoso como una unidad y pregúntate a ti mismo de qué partes está compuesto, cuáles son sus elementos constitutivos, y si todos ellos son armoniosos. Si lo son, el resultado es bello. Si hay contradicciones y choques, entonces el resultado está malogrado o es positivamente feo.
El ejemplo más simple sería un rostro humano. Tú sabes qué rasgos forman parte de un rostro humano. Bueno, si la cara es asimétrica, si tiene una mandíbula muy indefinida, los ojos muy pequeños, una boca hermosa y una nariz larga, tendrías que decir que no es una cara bonita. Pero si todas estas características se integran armónicamente, si todas ellas encajan en tu visión de la importancia de todos estos rasgos en un rostro humano, entonces la cara es hermosa.
En este sentido, un buen ejemplo sería la belleza de las diferentes razas de personas. Por ejemplo, el rostro de un negro o de un oriental están basados en un estándar diferente, y por lo tanto lo que sería hermoso en una cara blanca no es hermoso para ellos (o viceversa), porque hay un cierto estándar racial de rasgos según los cuales juzgas qué rasgos y qué cara clasificas como armónicos o distorsionados.
Eso es en lo que respecta a la belleza humana. En lo que respecta a una puesta del sol, por ejemplo, o a un paisaje, los considerarás bellos si todos los colores se complementan entre sí, o van bien juntos, o juntos son dramáticos. Y lo llamarás feo si se trata de una mala tarde de lluvia, y el cielo no es ni exactamente rosa ni exactamente gris, sino algo tipo… «moderno».
Ahora bien, como esta es una definición objetiva de la belleza, puede haber, por supuesto, normas universales de belleza, siempre y cuando definas los términos de los objetos que vas a clasificar como bellos y lo que consideras la relación armónica ideal de los elementos de ese objeto concreto. Decir: «depende del punto de vista del espectador» está claro que sería puro subjetivismo, si se entiende literalmente. No es cuestión de lo que tú, por razones desconocidas, decidas llamar bello. Es verdad, obviamente, que si no hubiera sujetos que valoran entonces nada podría ser evaluado como bello o como feo, porque los valores los crea una consciencia que observa, pero esa consciencia los crea con una norma que está basada en la realidad. Así que aquí la cuestión es: los valores, incluida la belleza, han de ser juzgados como siendo objetivos, no subjetivos ni intrínsecos.
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Fuente:
Ayn Rand, durante el período de preguntas y respuestas después de la Lección 11 del curso de Leonard Peikoff «La Filosofía de Objetivismo» (1976)
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Hola chicos y chicas, si las hay. Quiero contarles que hoy me he encontrado con un ejemplo de la cruda obviedad del estado intelectual de nuestra época en zonas influenciadas por todas aquellas filosofías generadas del vacío intelectual de filósofos… Leer más »
OK, gracias, así sí que tiene sentido, gracias. La verdad parece que hay bastantes problemas con las traducciones en los libros traducidos por esa editorial.
¿Por qué dice Ayn Rand que un buen escritor romántico necesita «ingenuidad»? Eso no lo acabo de entender.
de las partes con el todo formando un ente proporcionado y simétrico de forma que pueda ser inteligible y no tenga contradicciones de las partes con el todo. O sea que las partes no choquen a la vista con otras… Leer más »