Derechos nacionales

Una nación, como cualquier otro grupo, es sólo un conjunto de individuos, y no puede tener más derechos que los derechos de sus ciudadanos individuales. Una nación libre – una nación que reconoce, respeta y protege los derechos individuales de sus ciudadanos – tiene derecho a su integridad territorial, a su sistema social y a su forma de gobierno. El gobierno de tal nación no es el dueño, sino el sirviente o el representante de sus ciudadanos, y no tiene más derechos que aquellos que les fueron delegados por esos ciudadanos para una tarea específica y delimitada (la tarea de protegerlos de la fuerza física, derivada de su derecho a la autodefensa). . . .

Una nación así tiene derecho a su soberanía (derivada de los derechos de sus ciudadanos), y el derecho a exigir que su soberanía sea respetada por todas las demás naciones.

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Las naciones de dictadores están fuera de la ley. Cualquier nación libre tuvo derecho a invadir la Alemania nazi, y hoy tiene derecho a invadir la Unión Soviética, Cuba o cualquier otro corral de esclavos. El que una nación libre decida hacerlo o no depende de su propio interés, no de respetar los «derechos» inexistentes de las pandillas gobernantes. No es el deber de una nación libre el liberar a otras naciones a costa de su propio sacrificio, pero una nación libre sí tiene el derecho a hacerlo, cuando lo decida y si lo decide.

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