“Mi filosofía incluye sólo lo que el hombre puede percibir, identificar y demostrar por medio de la razón. No permite la invención de “hechos” o la aceptación de nada por fe: o sea, sin una prueba racional”.
La economía es valiosísima como complemento a la filosofía. Pero, al igual que un cuerpo sin mente, es inútil e imposible si está desgajada de la filosofía.