– ¿Cuál es la norma por la que se evalúan esos conceptos de lo correcto y lo incorrecto, el bien y el mal…?
– La norma es TU vida y sus requerimientos. O, dicho de modo más abstracto, la vida del hombre.
Revisemos nuestros pasos. ¿Por qué uno necesita la moralidad? Esa es la pregunta con la que Ayn Rand comienza su investigación en el campo de la ética para desarrollar su teoría.
No es “¿qué código moral debo adoptar?” sino “¿por qué necesito un código moral, para empezar?”.
Y la razón por la que necesitas uno es que eres un ser viviente que tiene que sobrevivir.
Pero, a diferencia de otros animales, eso no viene ya incorporado en ti; no sabes qué valores perseguir ni cómo perseguirlos, no sabes cómo… mira las cosas simples: comida, ropa, albergue. Cuando naces no sabes que necesitas estas cosas, ni cómo lograrlas. Y hay muchos más valores en una civilización, una industrialización avanzada, la necesidad de amistad, la necesidad de amor…, todas estas cosas son necesidades de un ser viviente, de un hombre, de un ser humano. Y, sin embargo, no sabes cómo conseguirlos y ni siquiera sabes que esas cosas son valores, para empezar.
Y ese es el tipo de cosas que la ciencia de la ética te enseña; te enseña cuáles son los requerimientos para vivir, prosperar y lograr la felicidad; “cuáles son” y luego, “cómo lograrlos”, “por medio de qué principios debo vivir y actuar para lograr mi vida y mi felicidad”, y eso, en esencia, es a lo que la moralidad, como actividad científica, se dedica.
Así que la norma son los requerimientos de la vida humana: todo lo que mejora la vida humana es lo bueno, todo lo que la amenaza o la destruye es lo malo.
En fin, hay mucho más que decir pero eso te da un punto de partida del abordaje de Ayn Rand a la ética. Abriendo un paréntesis: Pensar que la religión puede darte una respuesta a lo que es bueno o malo, que la única forma de tener absolutos en moralidad es a través de la religión, eso es una noción extraña.
Vuelve a la historia de Isaac y Abraham: la razón de ser de esta historia (y los líderes religiosos consideran que revela la esencia de la moralidad) es que cualquier cosa que Dios diga; si dice que mates a tu hijo, eso es bueno; si un rato más tarde te dice “¡Sólo era una broma!”, entonces sería malo matar a tu hijo.
No hay ningún absoluto aquí, dependes de la voluntad de Dios. Es subjetivismo sobrenatural. No hay diferencia entre eso y el tipo de subjetivismo personal de un Al Capone que viene y te dice: “Lo correcto es lo que yo diga; lo que yo diga es lo que vale”.
Y aquí simplemente tienes una versión sobrenatural de esa misma mentalidad, y que veas eso como que te estén dando absolutos en ética… bueno, es una inversión total de la verdad.
La única forma de tener absolutos en ética es si están basados en la REALIDAD, la cual es un absoluto, los requerimientos de permanecer en la realidad, de lograr y conseguir la felicidad, y ese es un abordaje científico de la ética, es ahí donde empieza.
– Y sólo para agregar a eso, te recomiendo, si estás interesado, La Virtud del Egoísmo de Ayn Rand, donde ella entra más en detalle sobre un abordaje racional a la moralidad.
Pero lo que sucedió con Abraham no fue una broma (ya sé que lo enfatizas en tono burlón), fue una prueba, de todos modos Dios no lo permitió.