Un anticoncepto es un término innecesario y racionalmente inútil, diseñado para reemplazar y destruir a algún concepto válido. El uso de anticonceptos les da a quienes los escuchan una sensación de comprenderlos más o menos, de forma aproximada. Pero en el ámbito de la cognición, no hay nada peor que lo aproximado. . . .
Uno de los anticonceptos que está de moda hoy día es «polarización». Su significado no es muy claro, excepto que es algo malo – algo indeseable, socialmente destructivo, malvado – algo que dividiría al país en bandos y conflictos irreconciliables. Se usa sobre todo en temas políticos y sirve como una especie de «argumento por intimidación»: sustituye una discusión sobre los méritos (la verdad o falsedad) de una idea, por la acusación amenazante de que tal idea sería «polarizar» al país, lo cual supuestamente debe hacer que uno de los oponentes se retire, con la excusa de que no es eso lo que quería decir. Quería decir. . . ¡¿qué?! . . .
Es dudoso – incluso en la plena decadencia intelectual que tenemos hoy – que uno pudiera salirse con la suya si declarara explícitamente: “¡Eliminemos cualquier debate sobre principios fundamentales”! (aunque algunos lo han intentado). Si uno declara, en cambio: «No nos polaricemos», y sugiere una vaga imagen de bandos listos para pelear (sin mencionar el objeto de la pelea), uno tiene la oportunidad de silenciar a los mentalmente tímidos. El uso de «polarización» como término peyorativo significa: la supresión de principios fundamentales. Así es, en esquema, cómo funcionan los anticonceptos.
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Observa la técnica usada. . . . Consiste en crear un término artificial, innecesario y (racionalmente) inútil cuyo objetivo es sustituir y destruir algún concepto válido; es crear un término que suena a concepto, pero que realmente es un «paquete-oferta» de elementos dispares, incongruentes y contradictorios sacados de todo orden o contexto conceptual lógico, un «paquete-oferta» cuya característica (aproximadamente) definitoria es siempre algo no-esencial. Esto último es la esencia del truco.
Te recuerdo que el objetivo de una definición es distinguir las cosas que están englobadas bajo un único concepto de todas las otras cosas que existen; y, por lo tanto, su característica definitoria debe siempre ser la característica esencial que los distingue de todo lo demás.
Mientras los hombres sigan usando el lenguaje, esa es la manera que lo usarán. No hay ninguna otra manera de comunicarse. Y si un hombre acepta un término con una definición basada en lo no-esencial, su mente sustituirá y pondrá en su lugar la característica esencial de los objetos que está tratando de designar. . . . Así, el significado real del término automáticamente reemplazará el supuesto significado.
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Fuentes:
“Credibility and Polarization”, The Ayn Rand Letter
“‘Extremism,’ or The Art of Smearing”, Capitalismo: el Ideal Desconocido
[Algunos otros términos que Ayn Rand identificó como anticonceptos son: «consumismo», «deber», «etnicidad», «extremismo», «aislacionismo», «meritocracia» y «simplista».]
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[…] obsolescencia programada no es un concepto válido, es un anti-concepto. ¿Para qué sirve, […]
[…] obsolescencia programada no es un concepto válido, es un anti-concepto. ¿Para qué sirve, […]
¿Los anticonceptos serian las llamadas palabras comadrejas «weaser words»?, como por ejemplo: democracia popular u organica, estado social de derechos, derechos sociales, justicia social, economia social, comercio justo, igualdad de oportunidades, competencia perfecta…
¿Qué significa diferenciar forma de objeto para comprender la validez de los sentidos? A parte de eso, también me interesaría saber(si alguien tiene el conocimiento) porqué una gran mayoría de filósofos modernos se han vuelto tan místicos, irracionales y con… Leer más »